jueves, 12 de febrero de 2009

¡QUE DIFICIL!


Que difícil es vivir la vida cuando no se tiene el ánimo de seguir viviendo;

Que difícil es convivir con nuestros semejantes, cuando no se tienen las ganas de seguir respirando el aire de este ambiente;

Que difícil es encontrar un amor, cuando no se tiene la suficiente fuerza para seguir amando;

Que difícil es mirar con ternura, cuando se tiene el alma tan dañada;

Que difícil es decir te quiero, cuando nuestros labios han sido corrompidos por tantas mentiras;

Que difícil es besar a alguien, cuando nuestra boca esta envenenada de tantos ósculos llenos de hipocresía;

Que difícil es escribir poemas llenos de amor, cuando nuestra mente esta estacionada en tantos deslices;

Que difícil es creer en un Dios, cuando la adversidad nos está dominando;

Que difícil es madurar, cuando nuestra mente se ha quedado estancada en una época;

Que difícil es salir de un apuro, cuando te sobran muchas necesidades, pero te faltan brazos que te tiendan para ayudarte;

Que difícil es tener recursos económicos, cuando tienes muchas deudas monetarias;

Que difícil es poder ayudar a alguien, cuando no se deja que lo ayuden;

Que difícil es ser Padre, cuando tu pareja no te deja acercarte a tus hijos;

Que difícil es amar a nuestros recién nacidos, cuando te separan de ellos, te los esconden y te los niegan para que no puedas ofrecerle tu cariño;

Que difícil es mirar el mañana, cuando tienes todavía compromisos en tu pasado;

Que difícil es enseñar cuando se es analfabeto;

Que difícil es llorar a nuestros muertos, cuando te tachan de ser hipócrita;

Que difícil es entender a nuestros hijos, cuando se creen suficientemente capaces y apenas les vienen saliendo las alas;

Que difícil es llevarse un bocado, cuando sabes que hay mucha gente hambrienta en el mundo;

Que difícil es hablar de Dios, cuando tu alma esta llena de egoísmo y rencores;

Que difícil es volver a vivir la vida, cuando le han quitado la vida a tu Madre;

Que difícil es pronunciar la palabra perdón, cuando te han ofendido demasiado;

Que difícil es decir Papá a aquel que un día maldijo cuando tú naciste;

Que difícil es presenciar a un hijo cuando esta sufriendo y tu no puedes hacer nada;

Que difícil es cuando sin tener trabajo, tus hijos te piden regalos para un día de reyes o de Santa Claus;

Que difícil es mirar tanta comida y no tener siquiera para un taco;

Que difícil es decir adiós a una persona que tanto amas;

Que difícil es mirar a tu Madre dentro de un ataúd;

Que difícil es querer y no poder, poder y no tener, tener y no saber, saber y no compartir;

Pero que difícil es vivir, sin querer vivir, amar sin querer amar;

Más difícil aún es dejar a tus hijos que vivan su propia vida, cuando los tuviste a tu lado toda una vida;

Que difícil, que difícil y que difícil, pero aún con todos estos inconvenientes lo más difícil es que sin tener fe, sin creer en los milagros, sin desear tener una religión, te aferres a la idea que no existe un Dios que nos hace ser y deshacer, amar, querer, y sobre todo a decir que por algo estamos en esta vida.

¿Tú crees que todo esto es muy difícil?