jueves, 4 de febrero de 2010

ESTOY ORGULLOSO.

Me preguntaban, si yo me sentía orgulloso de la mujer que había tenido como Madre, mi respuesta fue que me siento muy orgulloso, porque creo que Dios no se equivoco cuando me la asignó como mi protectora en esta vida, y realmente se que no necesito palabras sacadas de algún libro para expresar el eterno agradecimiento que le tengo a mi progenitora.

¿Que fue una persona que se ganó la vida, trabajando primero en una lavandería de un hotel y posteriormente se dedicó a lavar ropa ajena, para cubrir nuestras necesidades?, de eso me lleno de orgullo.

Pues a pesar de ser una persona sin estudios, no dejo de sorprenderme como le hacía para saber si mi tarea estaba bien o mal hecha, y se dedicaba a corregirme, eso me valió buenas calificaciones, de eso me siento también orgulloso.

Jamás me habló mal de mi padre y me enseño a tenerle amor y afecto a pesar de que jamás se preocupó por nosotros, además de que casi cada fin de semana me mandaba a verlo en compañía de las hijas de mi papá, créanme que me siento henchido de tanto orgullo.

Por su pobreza y por la falta de dinero en el hogar, me enseño a trabajar a temprana edad y a valorar lo monetario, sin despilfarrar lo poco que ganaba, muy al contrario me demostró que aunque sea un peso, pero se puede ahorrar para futuras necesidades, hoy que soy un hombre con responsabilidades, me enorgullece que mi madre se haya preocupado por enseñarme a ser un hombre útil.

Mucho la criticaban por sus alimentos sencillos que ingería, pero eso me demostró que no se necesita de manjares esplendidos para tener un cuerpo sano y lleno de vitalidad, y viendo a mi hijo comer tan sabroso como lo hacía su abuela me enternece tanto, llenándome de orgullo que se me derraman las lagrimas.

Hubo un momento en que me separé de su lado, porque ella me dejo volar y esperó para ver que tanto había aprendido de ella, cuando regrese diciéndole cuanto la había extrañado, llorando me dijo que cada día que pasaba sin mi presencia era como si le arrancaran pedazos de su corazón, esa era mi madre, esa era mi gran amor y esa personita tan menuda y sencillita, fue y ha sido mi gran orgullo, porque todo lo que soy a ella se lo debo, por eso desde aquí te digo y quiero que lo escuches estés donde estés, madre querida, que un gran ejemplo y un amor tan lleno de orgullo lo eres tú JUANA LOPEZ.