miércoles, 29 de septiembre de 2010

PENSAMIENTOS CRISTIANOS.

Hoy quisiera aprovechar este medio para dejarles pensamienos que lo mueven a uno a la meditacion, es importante asimilar el contenido de ellos y sacar una conclusión respecto a nuestra vida o quizás a nuestra forma de vivir esta vida, esperando que los aprovechen me es satisfactorio anticiparles mis consideraciones.
EL CORAZON DE UN NIÑO.
Sucedió hace poco con uno de esos médicos que se niegan a aceptar la religión y por lógica, la presencia de un ser supremo. Ya saben, el problema de siempre, la ciencia y lo divino.

Esa mañana, aquel afamado cirujano, platicaba con un niño, al cual iba a operar del corazón.

Mañana te operare hijo, voy a abrir tu corazoncito para curarlo, dijo el médico, mirando con seguridad y confianza a aquel niño. Y encontrará usted a Jesús ahí doctor, pregunto el pequeño.

La pregunta del niño sorprendió mucho a aquel cirujano, que fingió no escuchar la interrogante.

Mira, voy a cortar una pared de tu corazón, para ver el daño completo, el niño insistió: pero cuando abra mi corazón, ¿va a encontrar a Jesús ahí doctor?

Los padres del niño, se miraron y el doctor prosiguió;

Mira cuando haya visto todo el daño, que tiene tu corazoncito, planearemos lo que sigue. El niño no se dio por vencido; ¿Pero va a encontrar a Jesús en mi corazón doctor?, yo he leído la biblia y dice que Jesús vive en nuestros corazones, usted tiene que encontrarlo ahí doctor.

El cirujano no se dio por vencido y dijo: sabes lo que voy a encontrar ahí niño, un musculo dañado, baja respuesta en glóbulos rojos, debilidad en las paredes y vasos y después, me daré cuenta si te puedo ayudar o no.

Pero el niño tampoco se dio por vencido; insisto doctor, ¿encontrara a Jesús ahí también?, ese es su hogar, el vive ahí, esta siempre conmigo.

El cirujano, no tolero mas los comentarios de aquel niño y salió del cuarto. Enseguida se encerró en su oficina y procedió a grabar sus comentarios, sobre el estudio que había hecho previamente.
Aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva, sin probabilidades de transplante, difícilmente curable; terapia: analgésicos, reposo absoluto; pronostico: muerte dentro del primer año.

Al llegar a este punto, detuvo la grabadora, en tono de reclamo y elevando la vista al techo de su de su consultorio expreso: ¿tienes algo más que decir? ¿Por qué le hiciste eso a el? ¡es un niño aun! tu lo pusiste en este dolor y lo haz sentenciado a una muerte temprana, ¡apenas comienza a vivir! ¿Por qué le haces esto?

De pronto, escucho una voz en lo más profundo de su alma: el niño, mi oveja ya no pertenecerá mas a tu rebaño, porque él es mío y estará conmigo toda la eternidad, aquí en el cielo, no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera, sus padres se unirán un día a él y van a conocer la paz y la armonía juntos.

En ese instante, el cirujano comenzó a temblar y a llorar, sentía más rencor, no entendía las razones, por eso replico a esa voz; tu creaste a ese niño y también su corazón ¿para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? el señor le respondió: es tiempo de que regrese a su rebaño, su misión en la tierra, ya la cumplió. Veras, hace años envié a una oveja mía, que tenía muchas habilidades y soñaba con ser doctor, el soñaba con ayudar a sus demás hermanos, pero con tanta ciencia, se olvido de su creador, así que envié a otra oveja, a este niño enfermo, no para perderlo, sino para que regresara a mí y rescatara a la oveja perdida entre tanta ciencia, hace mucho tiempo.

El cirujano lloro y lloro inconsolablemente.

Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño, mientras los padres lo miraban amorosamente. Aquel niño despertó, sonrió al doctor y le dijo muy amorosamente: ¿doctor, abrió mi corazón?

Si hijo mío, si lo abrí.

¿Y que encontró ahí doctor?

Tenías razón hijo mío, tenias razón, ahí encontré a Jesús…

El creador al enviarnos a este mundo, nos da la libertad, de que nos equivoquemos, en cuanto a su divinidad. Nuestra fe, debe ser muy firme, para recordar que él es el eje de nuestras vidas, no perdamos la brújula, vivamos en armonía, sembrando y cosechando los valores que harán de nosotros, esos seres dignos del amor de dios.
UNA HISTORIA REAL.
Jenny pensó que sus padres no le darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y les dijo que iba al cine con una compañera.

Aunque se sintió un poco mal porque no les dijo la verdad, tampoco le dio muchas vueltas al asunto y se dispuso a divertirse.

La pizza estuvo bien y la fiesta genial: al final su amigo Pedro que ya estaba medio borracho, la invito a dar un paseo, pero primero quiso dar una fumadita... Jenny no podía creer que él estuviera fumando eso, pero aún así subió al coche con él.

De repente Pedro comenzó a propasarse. Eso no era lo que Jenny quería del todo.

"Tal vez mis padres tienen razón" - pensó-; "quizás soy muy joven para salir así.

¿Cómo pude ser tan tonta? Por favor, Pedro -dijo- llévame a casa, no me quiero quedar contigo".
Molesto, Pedro arrancó el carro y comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada, le rogó que fuera más despacio, pero mientras más ella le suplicaba, más él pisaba el acelerador. De repente, vio un gran resplandor. "Oh, Dios ayúdanos.

¡Vamos a chocar! Ella recibió toda la fuerza del impacto, todo de repente se puso negro.

Semi-inconsciente, sintió que alguien la saco del carro retorcido, y escucho voces: ¡llamen a la ambulancia! "Estos jóvenes están en problemas".

Le pareció oír que había dos vehiculos involucrados en el choque.

Despertó en el hospital viendo caras tristes. "Estuviste en un choque terrible", dijo alguien.

En medio de la confusión se enteró de que Pedro estaba muerto.

A ella misma le dijeron "Jenny, hacemos todo lo que podemos, pero no queremos perderte a ti también".

Oiga ¿y la gente del otro carro? Preguntó Jenny llorando "También murieron" le contestaron.

Jenny rezó: "Dios perdóname por lo que he hecho, yo sólo quería una noche de diversión, sólo eso”

Y dirigiéndose a una de las enfermeras pidió: " Señorita por favor, dígale a la familia de los que iban en el otro carro que me perdonen que yo quisiera regresarles a sus seres queridos".

Dígale a mi mamá y a mi papá que lo siento, porque mentí, y que me siento terriblemente culpable de que varios hayan muerto. Por favor enfermera, ¿Les podrá decir esto de mi parte? Se lo ruego.

La enfermera se quedó callada, como una estatua. Minutos después, Jenny también murió.

Un hombre cuestionó entonces duramente a la enfermera: "¿Por qué no hizo lo posible para cumplir la última voluntad de esa niña? ¿Por qué se quedó callada?" La enfermera miró al hombre con ojos llenos de tristeza, y le dijo:”Por una razón, porque la gente en el otro carro eran su papá y su mamá que habían salido a buscarla".
UNA HISTORIA PARA REFLEXIONAR....
Como todas las mañanas desde hace ya 6 años, me despertó mi madre, esta mañana me levanto para ir a la escuela, había pasado mala noche, con pesadillas sobre monstruos, y me costaba trabajo levantarme.

A los diez minutos mi madre volvió a despertarme esta vez con más premura, se estaba haciendo tarde, me levanté rápidamente, apenas si me lavé la cara, me zampé el desayuno en un abrir y cerrar de ojos, y ahí estaba mi mamá diciéndome; "come más despacio, que te vas a ahogar".

Con las prisas del momento le contesté de mal modo.- sí ya lo sé, no empieces a regañarme, aún tuve que soportar las preguntas de rigor ¿Llevas el almuerzo? - ¿Te cepillaste los dientes? - ¿Tienes listos los libros? Y yo aún más impaciente le contestaba levantando la voz - ¡Que te dije que sí!

Ella sonrió suavemente y me dijo: -

Anda, dale un beso a mamá y ve con cuidado a la escuela.

Alcé los hombros con fastidio y le dije medio enfadado:

¡Mamá! que ya es tarde no tengo tiempo para eso.

Está bien hijo, ve de prisa, que Dios te proteja. Aún retumban mis propias palabras en mi oído: no tengo tiempo para eso... con las prisas y el enfado me pasó por alto un leve destello de tristeza en su mirada, mientras iba corriendo hacia la escuela, estuve a punto de regresarme y darle un beso a mi mamá, sentía un nudo en el corazón, pero mis compañeros comenzaron a llamarme y fui hacia ellos.

- ¿Con qué excusa regresaría?

- ¿Que iba a darle un beso a mi mamá? - se hubiesen reído de mí-

De todas formas al regresar a casa después de las clases, vería a mi mamá en la puerta de mi casa esperándome como siempre, temerosa de que me suceda algo, impaciente si tardo unos minutos, ya que me he entretenido con mis amigos.

El día se me pasó volando en la escuela, entre clase y clase, juegos y almuerzo, y se me había olvidado el incidente de la mañana, sin embargo esta vez, apenas sonó el timbre salí corriendo a mi casa sin entretenerme, desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre en la puerta, pero no había nadie esta vez. Supuse que estaría adentro entretenida con algo, pero extrañé de momento su presencia tan segura.

Antes de tocar el timbre, salió a la puerta mi padre –

¿Pero era mi padre?-

Aquel hombre era mucho mayor de lo que siempre me había parecido, los hombros caídos, los ojos hinchados y un profundo halo de tristeza lo rodeaba... mi corazón empezó a latir alocadamente presintiendo algo, apenas me salió la voz para decir... ¿qué pasa? papá - ¿Mamá está bien? Y en un suspiro me contestó: "tu mamá sufrió un ataque al corazón esta mañana, su muerte fue instantánea, nadie se enteró, hasta que vinieron a visitarla y la encontraron ahí tendida en el pasillo, fue muy rápido, hijo, se fue nuestro ángel..."

Un sollozo salió de su garganta y no pudo seguir hablando. ¿Mi mamá? mmmmmmmmaaaammmmaaaaaaaaaaá!!! Dios perdóname, dile que me perdone, aún soy un niño pretendiendo ser un hombre, dile por favor que ella es lo que más quiero en esta vida, y que prometo valorar a las personas que comparten conmigo mi existencia, no malhumorarme con ellas sin ningún motivo, y que les daré mil besos, día a día, por todos los que no pude darle a ella. Cuídala por mí, mi dios, que cuando me toque la hora de partir de este mundo venga a mi pecho y me arrope como siempre lo hizo. ¿Saben?... disfruten a sus madres todos los días de su existencia... nunca sabremos hasta cuándo tendremos la dicha de su presencia mortal.

Y si ya no está con nosotros, no te preocupes; una mamá es muy necia y nunca te dejará solo, te quiere muchisisisisimoooo...