Cuantas cosas sucedieron cuando tú y yo éramos pareja, de mi parte te ofrecía todo mi amor, por la tuya toda la indiferencia, frialdad y despotismo, pero aún siendo así como eras, yo te amaba. Jamás tomé en cuenta lo que mis amigos y mi propia familia me decían acerca de tu persona, todos ellos coincidían en que tú no me querías, sólo pretendías jugar conmigo, sólo buscabas divertirte a costa de mi persona, pero aún así, yo te seguía amando con locura y con una pasión desenfrenada, todo mi mundo lo veía a través de tus ojos, mi vida seguía el mismo curso que la tuya, lo eras todo para mi, representabas mi manera de ser y de comportarme, estaba cegado por tu figura y porque yo creía que era amor lo que me ofrecías.
Así transcurrieron meses, los cuales estuve con una venda en mis ojos; pero al pasar el tiempo te enfadaste de mí, me pediste que te dejara, que me olvidara de ti, que todo había sido una tontería, una estupidez, un capricho de tu parte, y ahí quedé con todo el corazón destrozado, con mi alma fragmentada y mi rostro cubierto de llanto, te supliqué para que no me dejaras, te imploré que siguiéramos con nuestro amor, hincado, tomándote de tus rodillas y besándolas, te prometí que haría lo que tu desearas, pero que por favor no me dejaras, que no soportaría tu abandono, no resistiría ni tu indiferencia mucho menos tu desamor; pero mis suplicas te valieron gorro, me dejaste ahí en medio de ese espacio sombrío, de ese lugar cubierto de tinieblas, porque tú eras la luz que alumbrabas a mi pobre vida.
Traté de olvidarte con otros amores, me refugie en otros brazos queriendo ocultar mi desdicha, busqué en otros labios la suavidad de los tuyos, pero cuando más deseaba olvidarte, sucedía lo contrario, más me acordaba de ti, en un momento de locura traté de quitarme la vida, más alguien evitó que cometiera tal locura, y esa persona se convirtió en mi ángel de la guarda, día tras día, con sus cuidados primero, con su cariño después y al final con su amor, logró hacerte a un lado de mis recuerdos. Esa es la persona que en la actualidad vive conmigo, mi esposa, la mujer más linda y comprensiva, la que se enteró de mi fracaso contigo, quien se enteró de mis aventuras desafortunadas, esa persona que me vio hecho un guiñapo por tu amor, fue la que supo rescatarme de las garras de la desesperación y de la desventura, quien tuvo la paciencia de aguantar mis locos desvaríos, quien me llevo poco a poco a recobrar la lucidez de mi mente, la calma de mi alma y el total restablecimiento de mi corazón, dejándolo listo para volver a amar.
Ahora que has comprendido tu error, cuando me has visto sonriendo y saludando a la gente con un gesto diferente al que tenía cuando me dejaste, hoy que te diste cuenta que mi amor era sincero y honesto, cuando a tus amigas les has expresado que estas súper arrepentida de haber terminado conmigo, varias veces me has buscado en los sitios que siempre frecuentábamos, resultando que ahora eres tú la que me mandas mensajes de que anhelas volver, que deseas que nos sigamos viendo y tratando como lo fuimos antes, te asomas por mi casa materna y frecuentas mucho a mi madre para decirle que no puedes vivir sin mí, que me amas demasiado como para perderme para siempre.
Pero sólo puedo decirte, no aquilataste el valor de mi amor cuando lo tuviste, te burlaste de él todo el tiempo, dejaste ir la oportunidad de haber sido felices por toda la vida, no puedo volver contigo, porque tengo un amor que me ha sabido comprender, tengo a una mujer que me ha sabido dar calor emocional, pero quizás lo más importante se me ha entregado en cuerpo y alma sin reservas, ha sabido acoplarse a mi temperamento apasionado, hemos hecho una amalgama de sentimientos que no tan fácilmente pueden deshacerse, porque nos hemos sabido comprender y fundirnos en uno solo, somos las almas gemelas que el destino puso en el camino para ser felices y amarse para toda la vida.
No me queda ni un rincón del alma para poderlo compartir contigo, mi corazón ya no admite ser fraccionado, es totalmente entero y de una sola persona, mis sentimientos jamás los podré desviar porque en la actualidad están bien cimentados, jamás podré ser ingrato con la persona que me ayudo a salir del hoyo de la desesperación y del fracaso, la única que admitió solamente ser mi amiga y no un amor frustrado, la que tuvo paciencia y soportó con estoicismo mis desplantes cínicos de no querer aceptar mi situación, esa mujer que me dio todo de ella y que al principio la rechacé, la humille, la desprecie y trate de herirla con mis impertinencias.
No, no puedo aceptarte de nuevo, vive del recuerdo, sigue en tu mundo de fantasía, déjame vivir mi momento, permíteme ser feliz, si en un momento sentiste algo por mí, o si apreciaste en algo el amor que te brindé, dame la oportunidad de reivindicarme con la vida, te agradezco que te fijes en mi y desees tener una relación estable conmigo, pero como te lo dije anteriormente, en mi corazón no hay lugar para ti, pero…… sabes, por el sentimiento que en su momento tuve por ti, te ofrezco algo que sin pensarlo mucho te lo doy, como ya te conozco, sé la clase de persona que eres, conozco tu vida, tu cuerpo, tus besos, tus caricias, dentro de mi sólo te brindo la oportunidad de que seas mi amante.
Pero quiero dejarte bien claro, jamás obtendrás el privilegio de ser la primera en mi vida, así que deberás aceptar el papel que en este momento te estoy otorgando, tendrás que saber que para amar se necesita tener dignidad, ser sincero pero sobretodo ser amante del amor, tú serás mi amante pero de mi cuerpo, podrás tenerlo pero jamás volverás a tener entre tus manos a mi corazón, ese ya tiene dueña, ya está comprometido. Por cierto, si aceptas mi propuesta debes de saber que antes de ti hay otras, así que lo mejor que puedo aconsejarte es que te apures y que por favor tomes tu turno.