jueves, 20 de septiembre de 2012

NO SOY DE AQUÍ, NI SOY DE ALLÁ

Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan, y de tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa. Me pasan cosas como estas...Aunque no tenga importancia andar contándole a todos todas las cosas que pasan. Porque uno no vive solo y lo que a uno le pasa le está sucediendo al mundo; única razón y causa. Pues todito es tan perfecto, porque perfecto es Dios, que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor. Por eso si hay uno... hay dos. Supe del diablo la noche que al hambriento dije "No" también esa noche supe que el diablo es hijo de Dios. Ando solo por la vida con un tono y dominante modestamente cantor sin pretensión de enseñar. Porque si el mundo es redondo, no sé que es ir adelante. Andar y andar siempre andando nada más que por andar. No vine a explicar al mundo, solo vine a tocar. No quiero juzgar al hombre, al hombre quiero contar. Mi condición es la vida y mi camino cantar cantar y contar la vida, es mi manera de andar. Un día llegue a Tandil y conocí a un anciano, que a falta de inteligencia, se le dio por ser muy sabio. Le pregunte por Jesús una noche al lindo viejo, y ahí mismo lo conocí; cuando me alcanzo un espejo. Yo bailo con mi canción y no con la que me tocan, yo no soy la libertad; pero si el que la provoca. Si ya conozco el camino, pa que he de andar al costado, si la libertad me gusta, pa que a de vivir de esclavo. Elegir yo siempre elijo, más que por mí, por mi hermano y si he elegido ser águila, fue por amor al gusano. Prefiero seguir a pie y no en caballo prestado, alguien por una manzana pa siempre quedó endeudado. Siempre se llega primero el que va mas descargado. El día que yo me muera no abra que usar la balanza, pues pa velar a un cantor con una milonga alcanza. Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque si acepta un halago empieza a ser dominado. El hombre le hace caricias al caballo, pa montarlo. Perdón si me propase y me puse moralejo nadie puede dar consejos, no hay hombre que sea tan viejo. Me pongo el sol al hombro y el mundo es amarillo. Me gusta andar, pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio, me gusta ir con el verano, muy lejos, pero volver donde mi madre en invierno y ver los perros que jamás me olvidaron y los caballos... y los abrazos que me dan mis hermanos. Me gusta, me gusta. Y ser feliz es mi color de identidad. Hay una sola religión, el amor, hay un solo lenguaje, en el corazón, hay una sola raza, la humanidad, hay un solo Dios y está en todas partes.