Me siento enfermo, ya perdí la cuenta desde el momento en que sentí que mi cuerpo no era el mismo, los días me han parecido más tediosos e insoportables, la gente, esa gente que me ve y me trata, me parece de lo más despreciable, no encuentro lugar donde estar, ya ni sé adónde ir, todo me parece rutinario e insoportable, la ciudad, esa ciudad que tanto amé hoy es la más ruin, perdió su belleza, perdió su tranquilidad, hoy es un caos, no se sabe cuando ira a terminar esta zozobra.
He acudido a los diversos hospitales, en todos, los médicos me dicen que mi enfermedad es muy extraña, esto para mí no es patético, porque yo mismo tengo un cuerpo extraño que ni siquiera conozco, le he dado muchas vueltas a mis pensamientos y créanmelo no he podido hilvanar ningún pensamiento, esto es una locura, es algo fuera de lo normal, pero a veces me pongo a pensar, no soy igual yo también, por algo la gente me grita EL LOCO.
A veces se piensa que la locura es la falta de lucidez, pero yo diría que la locura es vivir el mundo como está, eso sí es locura, al menos yo me envuelvo en mi mundo, este que no admite riqueza o pobreza, religión, pulcritud, refinamiento en el hablar, es mi locura la que vivo y la disfruto a plenitud, porque sólo yo sé que soy muy feliz, no tengo techo donde dormir ni lugar donde comer, pero tengo un mundo que es todo mío y del cual agarro lo que necesito, porque disfruto la libertad y gozo la naturaleza.
Recuerdo cuando tenía mi hogar materno, porque he de decirle que yo crecí en un hogar normal, con una madre, que vivió sin el sostén de un hombre, que decidió tenernos por el gran amor a los niños (a veces creo que la locura la heredé de mi madre), que nos supo dar techo, alimento y educación, que vivíamos en un bajareque hecho de huesos de palapa y laminas de cartón, del cual yo me avergonzaba, y que por una locura pensé en quemar, si así como lo oyen, rocié toda la estructura con petróleo y le prendí fuego, pero por la oportuna intervención de los vecinos, no se llegó a quemar totalmente, esto me valió una buena tunda con un el hule de un cable.
La locura, no es perder la visión de las cosas, para mí la locura es la perspectiva de esas cosas, muchos vemos el fuego y nos asusta y sin embargo a otros les enardece y excita, vemos sangre y nos desmayamos, en cambio existen otros que la ven y se regocijan, todo es de acuerdo al cristal con que se ven las cosas, más sin embargo ese concepto en mi persona quizás me lo endilgaron por mi forma de vivir, por ser arrebatado en mis decisiones y locuaz en mis actos, mi locura es pacifica, totalmente inofensiva, jamás he pensado hacerle daño a alguien, menos a mí, porque me quiero, porque sé que soy único en mi genero, pero sobre todo porque entiendo que fui formado por un ente maravilloso que me elaboró en base a un modelo irrepetible. (CONTINUARA............)
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