viernes, 21 de marzo de 2014

CAPRICHOS DEL DESTINO.

Poco a poco las aguas van tomando su nivel, el engaño sufrido se va quedando sólo en el recuerdo, el dolor levemente amainando, el odio, rencor o la amargura se van desapareciendo, porque todo tiene su ciclo, porque nada es eterno ni tampoco dura 100 años, porque todo pasa, nada se queda, ya que debemos seguir la vida como ella misma no los marca, porque debemos dar prioridad a lo bueno que a lo malo, porque amor es sinonimo de sufrimiento, y este de resignación, amar no es solamente dulzura, porque para merecer debemos de buscar y al encontrar saber conservar.

Hoy me toca el tiempo del perdón, saber hacerlo y también pedirlo, tener el alma en paz para recobrar la calma, entender que vivir con sobresaltos es vivir con el miedo de perder más de lo que ya se perdió, tenemos que aceptar lo sucedido sin ofender a quien nos lo hizo, total sus motivos tuvo y debemos de estar conscientes que no todo sale como nosotros queremos, entendamos que siempre nos faltara tiempo para conocer a las personas, nuestros estados anímicos son camaleonicos son variables, no nos extrañe que nos digan si y después no.

Por eso nunca dejemos de valorar a quien este a nuestro lado, demosle su importancia en nuestro hogar, expresándole todo lo que nos puede hacer falta si llegara a faltar, ya que nos acostumbramos a la forma que nos tratan, y de verdad, nos hace falta reconocer la parte fundamental que representa nuestra pareja, dejemos de ser orgullosos, tengamos la humildad para expresarle día a día que ella es la piedra angular que forma nuestro hogar, que es el motor principal de esta maquinaria que mueve nuestra vida.

Quizás eso me faltó a mi, decirle a la flaquita lo importante que era en mi vida, que ella movía los hilos de mi vida para poder desplazarme por ella, porque entró a suplir las funciones de mi señora madre, porque me acostumbré tanto a su forma de conducirse, que hoy en día me cuesta trabajo ubicar mi conducción en la forma apropiada, hemos sorteado con mi hijo algunos detalles, pero aún no nos acostumbramos a comer lo que podamos encontrar o lo que sepamos hacer, es difícil entre hombres ejecutar el arte culinario de la casa, por eso extraño tanto a la flaca.

Pero debemos de tener en nuestra mente que esto ya murió, debemos de ejecutar el acto de saber vivir sin ella, duele y mucho, pero todo dolor siempre tiene su analgésico, y lo tenemos que aplicar, porque no podemos estar todo el tiempo sin poder dormir, extrañando, lamentándonos o arrepintiéndonos de lo que debimos haber hecho y no lo hicimos, no hay vuelta de hoja, necesitamos cerrar este capitulo y empezar a escribir en un libro con hojas limpias y blancas, el otro que quizás dejamos inconcluso debe de quedar ya archivado en el estante de nuestro pasado.

Reza una gran frase: Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre, cuanta verdad, desafortunadamente las cosas malas llegan cuando uno menos lo piensa y te agarran desprevenido, sin poder tomar algún tipo de precaución, pero en la brega de la vida, debemos de asumir la responsabilidad que nos toca, dejar de lamentarse o llorar por algo que pudimos evitar, ahora, ya no hay que voltear a ver para atras, ni detenerse a tomar aire, sigamos adelante, de los errores se obtienen las experiencias, porque tienes que perder para poderte hacer entender en lo que estas mal, pensar dos veces antes de precipitarte.

No puedo aceptar los caprichos del destino, porque una desilusión me avienta a los brazos equivocados y en lugar de salir de mi problema más me hundiré en ella, por eso es mejor razonar con sentido común y no obrar por un impulso visceral, porque no siempre se olvida tan facilmente, existen muchos recuerdos que sepultar, limpiar mi corazón no es tarea sencilla, porque cualquier lugar, sitio, persona o cosa, me habrá de recordar lo que siempre estuvo en mis manos y que por orgullo dejé ir. No esperaré a que las olas del mar me regresen lo que se llevo, no deseo que las cosas vuelvan a ser como antes, pediré mejor que sean mejores, pero primero debo de cambiar y mejorar en mi forma de ser, de sentir, de entregar y de valorar.

Me daré un tiempo de vigilia, dejaré en paz a quien se fue y me pondré en paz yo mismo, porque lo necesito, debo de seguir mi vida normal y sin sobresalto, no pensaré en amores furtivos ni en relaciones clandestinas, al contrario fomentaré el amor de mi hijo, viviré más cerca y al pendiente de él, porque me necesita y yo lo necesito aún más, porque necesitamos poner orden en nuestras vidas y en nuestro hogar, limpiaremos totalmente nuestro entorno de los recuerdos que nos puedan lastimar, dejaremos nuestras pertenencias visibles y haremos nuestra vida más estrecha, viviremos el uno para el otro.

Si el destino tiene sus caprichos, yo solamente los mirare pero jamás caeré en sus redes, mi vida estará enfocada en tratar de entenderme y conocerme para que así pueda pedir perdón a quien lo tenga que pedir, reconocer lo valioso que fue en nuestras vidas y poder expresarle que quizás nosotros perdimos más con su ausencia que ella con la nuestra, porque siempre ha sido mi lema, la mujer siempre será el pilar de un hogar, el hombre es el cemento que la cubre para poder ser fuerte y resistir todos los embates que se presenten, porque los hijos son la consistencia y resistencia de toda esa construcción, porque si falta un solo ingrediente el hogar puede sucumbir y caer en una total destrucción.

Por eso debo de ser fuerte, resistir hasta donde mis fuerzas me puedan sostener, esa fuerza, ese apuntalamiento es mi hijo, mientras me siga dando su amor y diciéndome que le de muchos abrazos y besos, serán las inyecciones que tanto necesito para vitaminar mi cuerpo, porque es hora de demostrar de que estamos hecho, porque ya no debemos de lamentarnos sino de remediar el mal que hemos hecho, por eso, con la mirada fija en el horizonte buscarnos nuevos caminos de prosperidad, porque lo merecemos, porque aún caídos tenemos de derecho de una nueva oportunidad.

SINCERO AGRADECIMIENTO.

En estos momentos en que mi Padre Eterno me ha enviado la calma, que he podido serenar mi interior, despojándome de todo sentimiento que envenene mi alma, te quiero decir:

Con tu partida me he dado cuenta de la falta que me has hecho, quiero sincerarme contigo para así poder reconocer lo que en su momento perdí, estoy consciente de que jamás te supe valorizar como una verdadera compañera, todo se me hacía fácil con tu presencia, tenía mi ropa lista para ponerme, la comida en su hora y momento, la cama tendida para poder descansar y miles y miles de cosas que jamás tuve noción de cómo sucedían, por lo mismo, con toda humildad te expreso que gracias a ti mi mundo fue fácil de vivir, no tenía problemas de ninguna índole.

Debo reconocer que siempre llevaste nuestro hogar como una maquinita de reloj, bien limpio y aceitado, las labores de una ama de casa los hombres las ignoramos y desconocemos hasta que punto tienen que robar tiempo para poder cumplir con todas nuestras exigencias, porque lo puedo decir, que hasta nos enojamos cuando no salen las cosas como nosotros esperamos, pero que ahora que tú no estás me doy cuenta que el mayor enemigo de uno es el tiempo, ese que yo siempre te exigía que cumplieras para que yo lo tuviera e irme temprano a ingerir mis alimentos o a asearme.

Debo admirar tu capacidad para haber sabido administrar el gasto del hogar, sabiendo en los momentos que se debía economizar y explicándonos lo que íbamos a consumir, y a pesar de eso te llamaba la atención, desafortunadamente siempre he tenido una forma de proceder muy practica ¿sabes por qué? Porque crecí en un hogar lleno de carencias y mucho me dolía gastar dinero que no tenía, dinero que pedía prestado y que me costaba demasiado pagar, todo eso me convirtió en una persona meticulosa para el dinero, no era avaricia o como se dice que era Codo, no, simplemente siempre he sido previsor, pero en ti no lo entendía a pesar de que veía como estirabas el dinero.

En ocasiones te expresaba que tu adoptaste el modo de mi Madre, porque siempre me tenías mi ropa lista para ponerme, nunca te decía si esto combinaba o no, tú sabías lo que hacías y la forma en que me podría ver bien, tu escogías mi ropa, yo la verdad jamás me preocupé por saber de qué talla era en mis pantalones, camisas o playeras, eras tú quien te encargabas de mi repertorio, en la comida siempre sabías complacerme, conocías mi lado débil y en ese me dominabas, las aguas frescas sabías cual era mi preferida, tú me indujiste al gusto por el café, sabes hasta me acuerdo de la letra de una canción que decía: Me encanta mirarte cuando me preparas el café, te preocupas tanto de lo mío que se te olvida y no te importa, que el tuyo se esté quedando frió Siempre piensas antes en mi que en tú siempre....

Supiste aconsejarme en la distribución de mis libros en mi cuarto de estudio, incluso siempre dabas el visto bueno a las locuras que escribía, aunque en este ramo me puedo

sentir orgulloso de que fui yo quien te inicio en la lectura de los libros, por eso cuando recolecte mis primeros CIEN PENSAMIENTOS, con todo mi amor te los regalé, porque deseaba que eso fuera como un homenaje al amor que tú me tenías, porque con tu presencia supiste infundirme muchísimas ideas para elaborar narraciones cortas, que en este momento son mi orgullo, porque ni yo mismo me la creo que las escribí.

Ahora que ya no estás conmigo, me siento vacio, hace falta tu presencia en nuestro hogar, pero también, te deseo decir y con toda la sinceridad del mundo lo manifiesto, con tu salida y ausencia hemos podido remediar y tapar todos los huecos que has dejado, porque era lógico que teníamos que buscar la forma de solucionar los problemas que se nos presentaron y con orgullo podemos decirlo, lo hemos logrado, incluso hemos vaciado el hogar de cosas que ya no son prescindibles para nosotros, nuestra recamara luce más amplia porque deseche todo lo que denote que un día viviste con nosotros, es doloroso, si, pero cuando no se corta de tajo, jamás se vive feliz, por un lado lamento tu partida, porque nos hiciste mucho daño, pero siendo optimista agradecemos que te hayas ido porque nos has enseñado a que seamos capaces para llevar a buen destino este hogar.

Sería hipócrita decir que ya no te quiero, ese sentimiento en mi nunca morirá, siempre te querré y será con todas las fuerzas de mi ser, ¿sabes por qué? Porque me entregaste tu vida en otra vida, porque me diste un hijo el cual me ha sabido llenar de mucho cariño y demasiado amor, él ha sabido compensar tu ausencia, me ha dado la fortaleza que contigo había perdido, me ha hecho ser más responsable, pero sobre todo me ha dejado adoptar el hermoso titulo de ser Padre, como desearía que pudieras ver las grandes veladas que tenemos al comentar todo lo sucedido en el día, yo en el negocio y él en su escuela, así como lo hacíamos cuando tú estabas ¿Recuerdas?.

Te deseo lo mejor y recuerda aquí siempre tendrás un hogar que puede recibirte, una pareja y un hijo que nunca te olvidaran, pero debes de saber y con franqueza te lo digo, no lo tomes como un ruego, porque no te estoy pidiendo que regreses, no te lo sugiero, porque ahora nos hemos vuelto más exigentes, pero a lo mejor me equivoco en mis planes y tú has de estar disfrutando una mejor forma de vivir que cuando estabas con nosotros, por lo tanto, es mejor que cada quien adopte la vida que desde este momento estamos llevando, lo único que puedo lamentarme es que yo perdí a una esposa, mi hijo se quedó sin su madre, pero tú, si tú, has perdido a un ser lleno de ternura, amor, humildad, sencillez y todos los adjetivos que ya conoces, porque jamás volverás a tenerlo en tus brazos, ya que él ha decidido hacer su vida a su manera y en esa forma ya no te encuentras.

Quiero finalizar diciéndote: Te reconozco que fuiste un ser muy especial para mí, me confortaste en mis momentos muy tristes, lloraste conmigo, supiste darme la sensación de que mi madre no había muerto porque en ti vi la continuación, supiste darme atenciones, me diste lo mejor de ti, supiste desarrollar tu papel de esposa, de amante pero lo importante supiste amarme como yo lo quería y eso no tiene precio, todo esto, hará que

jamás te olvide, siempre estarás en mi mente, en mi corazón, en mi pensamiento y en todo lo que yo llegue a realizar, porque formaste parte de la etapa en que gocé de demasiada felicidad, sólo tú con tu presencia me hiciste renacer cuando yo pensaba que la vida era una porquería para mí, porque tú lo sabes bien, como me desplomé cuando perdí a la persona que tanto ame y por siempre he de amar, pero también quiero ser demasiado claro ahora solo formas parte del álbum de mis recuerdos.

Recapitulo todo lo que he escrito, te pido perdón por no haber sabido lo valiosa que fuiste en mi hogar, tú tienes la culpa porque me acostumbraste a todas las comodidades y jamás me dejaste que agarrara responsabilidades, es tiempo quizás un poco tarde de decirte: Gracias amor por haber hecho de nuestro hogar, un lugar lleno de amor, gracias por haber tenido mi ropa lista, por tu arte culinario que siempre estaba encaminado a que yo sintiera satisfacción por lo que comiera, gracias por recordarme todas las fechas de los principales acontecimientos en nuestro círculo de amistades, por las fechas significativas que rodearon nuestra vida, por mi hijo, pero sobre todo muchísimas gracias por haberte salido de nuestro hogar, porque ahora somos responsables de llevar a buen puerto esta pequeña familia que formamos mi hijo y yo, nunca podré pagarte todos estos gestos, porque ni con todo mi amor puedo recompensarte.

Por último solo te hago una recomendación: Cuídate mucho, porque ya no me tendrás a tu lado para estarte insistiendo en que tomes tus medicinas, ni estarte dando masajes, mucho menos llevarte casi arrastrando con el doctor o dejarte descansar cuando más lo necesitabas, porque fui original, porque en su momento representaste el amor ideal que se convirtió en una linda mujer, recuérdame como cuando nos conocimos, que de esa forma yo siempre te recordaré, más si algún día tenemos la fortuna de juntar nuestras familias, que mi hijo sepa que tu eres su madre a pesar de vivir en otro hogar y con otra persona, eso es todo lo que puedo decirte, muchas gracias por haber sido mi esposa.

CRISTO CAMBIO MI VIDA.

Yo estaba equivocado en mi manera de vivir hasta que un día tropecé, caí y besé la tierra, fue cuando me di cuenta que el orgullo, la pedantería y la soberbia nunca permanecen de pie, Dios me mandó la señal de que la altivez se tiene que doblegar con la humildad. Estando en el suelo, me percaté de la grandeza de las hormigas al buscar y llevar su comida la cual en ocasiones supera más del doble el peso de su cuerpo, ellas no se vanaglorian de esta hazaña.

Jesucristo cambió mi vida, permutó como la veleta con el viento, creía que por tenerlo casi todo yo era lo máximo, sin darme cuenta que el interior de mi cuerpo estaba vacío, totalmente hueco, mi corazón sin ninguna esperanza de sentir la felicidad, su mismo color de sangre denotaba la falta de un amor, porque yo mismo se lo negaba, me resistía a abrir su válvula para que sintiera el calor de ese sentimiento.

El tiempo transcurrió, pero mi mente permanecía estacionada en lo material, en querer atesorar riquezas y bienes materiales, olvidando que estos se quedan cuando se llega el momento de morir, mi vida sentimental la tenía rezagada, totalmente olvidada. Años atrás había tenido una relación de pareja, pero me faltó reconocer lo que esa mujer significaba en mi hogar y en mi vida, jamás le di los meritos suficientes para hacerla sentirse importante en mi relación marital, lo tome como si fuera su obligación atenderme, sin poder percatarme que todo lo hacía por el gran amor que me tenía y lógicamente ante mi total indiferencia, ella me abandonó.

Con su ausencia comprendí cuanta falta me hacía, que para vivir ya era un inútil, me había acostumbrado a que ella todo me lo daba en la mano, para vestirme, para comer, incluso hasta para mi aseo personal, fueron momentos en que sentía que me volvía loco, mi casa se sentía sola asustaba su soledad, la cama se me hacía muy grande, las sabanas me estorbaban y la almohada me sofocaba, faltaba ella, no concebía pasar la noche con la ausencia de su cuerpo, me faltaba ella, para abrazarla, para que me ofreciera la seguridad ya que la oscuridad me atemorizaba.

Cuando en el paroxismo de mi desesperación, corrí a refugiarme en los brazos de mi religión, el Señor Todopoderoso me brindo su calor protegiéndome en su manto de amor, haciéndome sentir que no estaba solo, de su Madre escuché esas palabras que con mucho amor le expresó: ¿ Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre? No temas ni te inquietes.

Hoy con la serenidad en mis actos, con mi cuerpo totalmente tranquilizado, espero con una gran ansiedad un nuevo día, para vivirlo con la dinámica que la ley divina nos impone, con esta experiencia adquirida, he de saber valorar a quien vaya a estar a mi lado, sabré amarla con toda la capacidad de la que esté dotado, aplicaré mis sentimientos sinceros, sabré recompensar todo el amor que me entregue, porque gracias a este tropiezo, gracias a que pude levantarme, hoy puedo expresar con total humildad. JESUCRISTO CAMBIO MI VIDA.