ME CANSE DE VIVIR.

Suena ilógico, cuando se escucha esta frase, pero quizás lo más ilógico es el pensar que se viene a vivir para morir.

Pero ya me canse de vivir tantas experiencias que me han dejado un mal sabor de boca.

De esperar buena recepción a mis consejos, y todos tomármelos a mal incluso de tacharme como una persona perfeccionista, me han llamado “Don Perfecto”.

Me canse de ser la misma persona que ama demasiado y a la vez de ser correspondido, de llevar dentro de mi la esperanza en mis seres queridos y ellos lo toman como una obligación mía.

Me siento defraudado incluso de mi mismo, de querer abarcar mucho y de no alcanzar nada, de querer bienestar para mi familia, pero quedando pobre de espíritu.

De pensar que todo lo que hecho, quedará solo como un recuerdo de mi persona y no como algo que valoren las personas a quienes se las deje.

De los bienes materiales poco me importan, esos no me los llevaré a mi tumba, quedaran, como mis pasos por esta vida.

Me cansé de implorar peticiones razonables ante personas irracionales, que solo buscan el molestar al prójimo sin importar que a la vez y con el tiempo ellos mismo saldrán lastimados.

Me cansé de esperar el cambio en algunas personas que tanto quiero, de esas personas en las que tenia cifradas mis esperanzas, pero que no han comprendido que todos mis regaños y llamadas de atención han sido porque los amo demasiado.

Me cansé de tantas personas que diciéndose muy creyentes en un Dios, no salen de la iglesia según expiando sus pecados, confesándose, comulgando y teniendo cursos y retiros espirituales, sin que tengan en su corazón algún gesto de perdón y de amor a sus semejantes, lastima de esas cucarachas de la iglesia, que lo hacen con el único fin de quedar bien ante la sociedad, pero que dentro de ellas mismas, se encuentran más vacías que la esperanza del pobre.

Me cansé de vivir, porque no puedo más estar soportando la hipocresía de tanta gente, de ver que te abrazan y hablan bien de ti y a tus espaldas te están acuchillando.

Me cansé de esperar un cambio dentro de mi mismo y este jamás llegó, mucho le pedí a mi Padre Eterno, pero parece que se olvidó de mi, me enfade conmigo mismo al no poder contener todo el amor que siento y que en ocasiones lo prodigo en personas que lo malinterpretan.

Por eso me canse vivir, de pensar que uno nace y va creciendo con ilusiones para poder sobrevivir o quizás vivir como uno cree que es correcto, pero lo correcto sería que uno jamás pensara en morir, pero, este precepto vive con nosotros y esta dentro de nosotros.

La vida es solo un juego, y a muchos les toca ganar y a otros perder, apostamos en cada día de juego un aliento de vida, el cual se va extinguiendo por la mala forma de jugar, nuestro capital con los años va decreciendo y nuestro juego va disminuyendo, porque la vida es así, apostar al todo o nada.

Pero dentro de lo más bonito, podría decir que me canse de vivir, porque tuve todo el amor que pude albergar dentro de mi corazón, tuve a la familia que se me concedió tener, amé con locura y desenfrenadamente, no conocí limites ni excepciones, amé como Dios me dio a entender, pero de eso ya también me cansé.

La vida fue benigna me dio mucho de aprender y bastante de practicar, lo que hice en el transcurso de mi existir, puedo decir que me canse de tener muy buenos amigos y también de buenos enemigos, tuve la dicha de compartir amistad, amor, odios y rencores, rescate las buenas cosas y las malas las deseche.

Mi vida estuvo llenas de momentos inolvidables y también de experiencias perennes, pero quiero manifestar que ya me cansé de vivir, no me siento derrotado, ni tampoco acabado, no me siento a punto de rendir cuentas a mi Padre Eterno, pero en este momento me siento que estoy cansado de la vida, de sus problemas, de sus altibajos, de sus negruras, de sus amarguras, de la vida dura que llevan aquellos que no tienen esperanzas de nada.

Ya me cansé de vivir, ya estoy hastiado de la vida, nada me produce placer, me estoy volviendo amargado, no tengo ninguna esperanza en nada ni en nadie, quizás fui demasiado soberbio, quizás peque de perfeccionista o tal vez fui demasiado rigorista con las personas que estuvieron a mi lado, en fin quizás fui un desastre como hombre, como hijo, como padre, como esposo o como amante.