Al momento de conocerte se me olvidó mi forma de vivir, tú lo cubrías todo, eras lo que tanto había esperado, ese ángel que me miraba, que estaba atenta a lo que yo dijera, sé que te apasione con mi forma de ser, pero la verdad tu me enterneciste mas por esa hermosura que cubre todo tu cuerpo, por esa sonrisa angelical que emiten tus delgados labios, por esa voz tan bien timbrada que se apodera de mis oídos, por todo lo que tu representas, por todo eso fue que algo se me olvidó.
Cuando empezamos a andar como amigos, me gustó demasiado tu forma de cubrir todos los temas que me exponías, me agradó tu amplio conocimiento sobre diversos tópicos de la vida, además me cautivo ese gran amor que le tienes a la existencia, así te conocí tan amena, tan amable, tan cordial pero sobre todo tan sencilla, todo eso me hizo cada día enamorarme más y más de ti, eran noches y amaneceres en vela siempre pensando en ti, te tenía tan metida en mi corazón que se me hacia imposible hacerte a un lado, aun en los momentos mas tediosos de mi trabajo, ahí estabas, en las platicas con mis amigos tu nombre surgía, pero algo se me olvido decirte.
A los pocos días de conocernos o quizás fueron semanas, te pedí que si deseabas ser mi novia, me contestaste que si, ese día fue el más maravilloso de mi vidorria, empecé a tomar la vida con más calma, volví a sonreírle a todos, me torné más tratable, en mi trabajo me convertí en una hormiguita, en todas partes estaba, tu amor me cambió en único, volví a amar, reanudé a creer en la mujer, porque tu fuiste el bálsamo que se untó a mi cuerpo para devolverle la vitalidad que creí que ya había perdido.
Pero dentro de mi me sentía muy culpable, porque a pesar de todo lo que me has dado, al estar contigo se me ha olvidado algo, sé que no he sido sincero contigo, de mi amor ten la certeza de que es verdadero, te quiero con todas las fuerzas que mi pobre cuerpo pueda desarrollar, mi corazón sólo tiene una dueña y esa eres tu; Los momentos más felices que últimamente he pasado han sido a tu lado, tu transformaste mi vida, tu cambiaste mi semblante, ahora río, gozo, disfruto y me convenzo que esta vida es la que quiero vivir.
De ti no tengo la menor duda que soy el amor de tu vida, me lo has demostrado, sé que soy el hombre ideal para una mujer ideal como lo eres tu, me has hecho sentir todo tu cariño, lo puedo sentir en el calor de tu cuerpo, lo puedo ver en el brillo de tus ojos, puedo presentirlo por el latir de tu corazón, pero quiero que sepas que lo mismo que sientes por mi es reciproco, porque te quiero, te adoro y te extraño en los momentos en que no te encuentras junto a mi, eres la media naranja que por mucho tiempo estuve esperando, pero que quizás por algo que se me olvido decirte no sea el prototipo de hombre que tu esperas para poder unir tu vida.
Me siento tan ilusionado que desearía contigo formar un hogar; Un hogar en el cual me estuvieras esperando para dar rienda suelta a nuestro cariño, un hogar que bien podríamos formarle al hijo o hijos que deseáramos tener, ese hogar que sería nuestro cómplice en nuestras noches de amor y de entrega total en la intimidad de nuestra recamara, ese nidito de amor que serviría para ver a nuestras familias reunidas, ver a nuestros hijos correr por todo lo largo y ancho del lugar, pero me entristezco demasiado ver que estos sueños jamás se podrán realizar por algo que se me olvidó.
Sé que te debo una explicación y como hombre, o tal vez como un enamorado insaciable de tu persona debo de expresarte lo que se me olvido decirte cuando te conocí, que se me siguió olvidando cuando te pedí que fueras mi novia, pero ahora que soy yo el que quiero tener una relación tan sería como el llegar al altar los dos juntos, antes de que suceda algo más en nuestras vidas, debo de tener la entereza de decírtelo antes de que comentes con tu familia nuestra relación, sabes, se me olvido decirte que SOY CASADO.
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