Decir que bebes porque te sientes deprimido, sin embargo el alcohol te deprime aún más.
Hablar mal de tu mujer, precisamente cuando más la estas queriendo.
Divorciarte por incompatibilidad de carácter, cuando un matrimonio se distingue porque uno piensa diferente al otro.
Declararte un ateo consumado, pero cuando tienes algún problema te diriges implorando ayuda a una divinidad.
Cuando nacen tus hijos, deseas verlos ya grandes, pero cuando crecen evocas el recuerdo de su niñez y quieres verlos niños.
Amar cuando sientes admiración por la persona, pero cuando de verdad amas la oportunidad ya se te pasó.
Hablar mal de una amistad, solo porque ha triunfado más que tu, pero en el fondo desearías que te fuera mejor que a él.
En tiempo de calor, suplicas que llueva y cuando llueve quisieras que hubiera sol.
No dedicarle el tiempo suficiente a tus padres cuando viven, pero cuando mueren como los extrañas y quisieras estar con ellos.
En tiempo de enfermedades te deprimes y pides estar sano, pero cuando te sientes bien no te preocupas por cuidarte.
Cuando quieres conquistar a una mujer, te desvives por atenderla y cumplirle todos sus caprichos, pero cuando ya es tu mujer no te preocupas por saber de sus necesidades.
Le pides a la vida que te mande hijos, pero cuando los tienes contigo, te enfadan y prefieres estar fuera de tu casa en lugar de oír sus lloriqueos.
Cuando buscas trabajo, te esmeras en demostrar que eres el mejor para que te contraten, pero cuando logras quedarte, te dedicas a estar haraganeando.
Cuando tienes una bicicleta, deseas una moto, cuando tienes la moto quieres un auto, cuando adquieres el auto deseas andar en una bicicleta.
Cuando eres joven, quisieras ser ya un hombre para que te salgan bigotes y barba, pero cuando los tienes, te molesta rasurarte.
Dices que te quieres mucho, pero no te preocupas por tu cuerpo, bebes y fumas sin darte cuenta que le haces daño.
Pensar que nuestra madre con mucho amor nos engendra, para después con mucho dolor mirarnos morir.
Vivir para trabajar, trabajar para subsistir, atesorar bienes materiales que a la hora de nuestra partida no nos llevaremos.
Decir que gloria e infierno se encuentran en la tierra, porque aquí sufrimos y gozamos, sin embargo temes cuando oyes la palabra muerte.
Llorar cuando te ataca la risa o de plano reír cuando no puedes sobreponerte al dolor.
Pensar que tus problemas tienen fecha de caducidad y aguardar pacientemente hasta que llega esa fecha, más sin embargo tus problemas en lugar de disminuir ha crecido.
Creer que a ti no te puede llegar la muerte porque te ves saludable y con una posición económica envidiable.
Terminar tu carrera académica y pensar que se ha terminado tu época de estudiante y te dediques solo a trabajar, sin pensar que es cuando vas a empezar a estudiar.
Sentirte autosuficiente para dejar la casa de tus padres, pero no tarda mucho tiempo para darte cuenta de que aun eres un polluelo y necesitas la orientación de quienes de verdad saben como se vive la vida y son los que en verdad te quieren.
Enseñar a tus hijos siempre a decir la verdad, sin embargo cuando te van a visitar a tu casa de parte de la casa comercial a la que le debes, les pides que digan que no estas.
No cambiar el disco de tu mente, a pesar de los años que han pasado sobre ti, todavía te crees un joven conquistador y andas persiguiendo a niñas menores de edad.
Pensar que tus canas te han salido por todas las preocupaciones que tienes, sin ponerte a pensar que es debido a la edad que tienes.
Echarle la culpa a otros de tus errores, porque siempre te crees infalible y estar exento de cometer algunas fallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario