¿Sabes? , cuando escuché la frase: “Hasta que la muerte los separe”, sentí que todo mi cuerpo se enchinaba, porque me veía junto contigo ya viejitos, con muchos nietos jugando a nuestros pies, con una cabellera llena de copos de nieve y nuestro cuerpo todo arrugado, y sentí mucha felicidad al pensar que podría ser así; pero, ¿Qué ha pasado? ¿Dónde o cuando se terminó ese sentimiento en nosotros? ¿Cuál fue la razón o el motivo que cambió nuestras conductas?
Recuerdo que cuando nos conocimos, todo el tiempo nos la pasábamos platicando, así fue como nos conocimos interna y externamente, porque desnudamos a nuestras almas, nos tocó hablar con el corazón, compartíamos los mismos gustos, y a pesar de nuestras edades, lo principal, éramos amantes de cualquier tipo de música, películas incluso en series televisivas coincidíamos, todo era una perfecta combinación de todos nuestros sentimientos, en ocasiones acertábamos donde queríamos ir, nuestra simpleza se convirtió en una linda serie de atributos que nos hicieron resaltar ante los demás.
En el sexo nos acoplamos como dos excelentes maestros, siempre quedábamos realmente satisfechos, rendidos por entregarnos hasta que nuestras fuerzas nos abandonaran, para nosotros no había métodos, mucho menos reglas que nos indicaran con poses lo que en esos momentos deberíamos hacer, porque ni en el Kama Sutra se encontraron, ya que nosotros inventábamos, improvisábamos, porque al amor no se le dictan ni leyes, ni tampoco formatos, todo se da de acuerdo a como sea la temperatura de nuestro cuerpo, fuimos quizás los mejores amantes, porque bebíamos el néctar de la felicidad, sin quedar empalagados o ávidos de tener más, nuestros cuerpos al juntarse, sentían esa electricidad de atracción, porque todo embonaba en las partes de nuestro organismo, éramos la creación perfecta para tener un perfecto orgasmo.
Más después de pasado algún tiempo, ¿Qué ha pasado con nosotros? , ¿Será el trabajo quien nos ha cambiado o existirán personas externas que han hecho desestabilizar esta convivencia?, no lo entiendo, después de que nuestras personas experimentaron una situación muy critica, después de que por nosotros pasó un tremendo huracán y nos dejó con muchas cosas destruidas, como lo fue la fe, la confianza y hasta nuestra propia familia, habíamos logrado poco a poco a colocar todas esas piezas derruidas, logramos salir en partes no totalmente, la zozobra que existía en el interior de nuestros cuerpos, logramos aplicar que en esos momentos la enfermedad no existía, que aunque en la actualidad nos han aquejado demasiadas enfermedades, pero lo tomamos como una resaca de la borrachera que tuvimos.
En la actualidad vivimos nuestra vida por vivirla y no para gozarla viviendo, tenemos más momentos de enojo y pleito, que de armonía y convivencia, ya ni en nuestro lecho nos entendemos, con el pretexto del frio cada quien escoge su orilla y así dormimos separados, y aunque en ocasiones me he querido culpar de ello, sólo puedo decirte que cuando busco tu cuerpo, me das la espalda, trato de acariciarte y me dices que estas cansada, busco tu parte intima y haces a un lado mi mano diciéndome que estas enferma o sea que estas en tus días tristes, te beso en la nuca para encenderte, te volteas y me dices que te duele la cabeza, entonces me pongo a meditar y solo una razón viene a mi mente, se ha apagado la llama del amor.
Ya no coincidimos en nada, ni siquiera en la hora de salida, ya no pido pan porque se te olvido comprar, tenemos que desayunar afuera, ya tus comidas no tienen ese sabor característico de cuando empezamos nuestra relación, y aunque tu te empeñas en decirme que ya le encuentro defectos a todo lo que haces, es porque quizás ando con otra mujer, pero la verdad quiero ser franco contigo como siempre lo he hecho, y te pregunto ¿Dónde consigo a la chica, si todo el santo día me la paso en el negocio o en la casa reposando? , ya viste lo que pasó últimamente y ni siquiera eres para preguntarme como me encuentro, te digo que tengo fiebre y sales que es una irritación, hoy tengo que andarme medicando yo, porque veo que ya perdiste el interés por mi y pues créemelo no quiero tener el mismo fin del vecino, que su propia esposa le hizo la vida imposible, dándole comidas prohibidas por el doctor, medicamentos a otras horas, teniéndolo si tomar agua, en fin, como a mi me toco verlo morir, te seré franco, yo sé porque el señor falleció ¿tu lo sabes?, no verdad, pues te lo diré, el Señor se dejó morir, escondía sus medicamentos o decía que ya se los había tomado, tiraba la comida en la maceta y así poco a poco su cuerpo se fue consumiendo.
Todo eso yo lo vi, porque lo visitaba, y me dolía en el alma, ver como a una persona que dio mucho a la señora ella no le retribuyo ni siquiera el 10%, me correspondió junto con dos de sus hijos llevarlo al hospital y en la unidad en que lo llevábamos a mi me tocó sentir su cuerpo cuando quizás su alma ya iba camino a Dios, su cuerpo llegó a la clínica, pero su alma ya estaba con el Eterno. No sé ni como decírtelo para que no te ofendas, pero tal parece que esta película se está volviendo a transmitir por con otros personajes, créemelo, te lo digo con verdadero conocimiento en esta causa, tu lo sabes, ¿que pasó? Dice el dicho Dios castiga, sin palo y sin cuarta, y ya vez la señora anda huyendo por tantas deudas.
La mujer siempre y en cualquier parte es indispensable, pero no hay que olvidar que el hombre también forma parte del hogar que se construye, quizás te creas fuerte por lo que hace tiempo te dije, decidí volver a ser humilde y condescendiente, pero con tristeza veo que esto ha servido para que se me monten, pero aún con todos esos inconvenientes e incluso con tu forma de actuar conmigo, no cambiaré, seguiré siendo tolerante, aunque en ocasiones también tengo que contestar, porque una cosa es ser paciente y otra que quieran verte la cara de penitente, eso si jamás pondré la otra mejilla, porque duele mucho que te insulten cuando no lo mereces.
Fácil sería pedirte la separación para poder pensar quizás en el divorcio, pero sería una tontería de parte de los dos, porque hay alguien que no tiene la culpa de nuestras tontas estupideces, sería truncarle su alegría, sus estudios, su amor por la vida, el amor hacía sus padre o quizás lo más terrible, el amor a sus estudios, necesitamos dejarle el campo libre y limpio de espinas, necesitamos darle una educación que lo ayude a combatir su ignorancia, pero quizás, para que encuentre una posición estable en esta sociedad que nos sigue consumiendo en su violencia y apatía, por eso me detengo, no quiero ser el causante de que se pierda, la inteligencia y los valores de esta persona, cuando ya el se encuentre en una posición que nos pueda asegurar que podrá salir avante, entonces si, te invito a que nos juntemos, tomemos una taza de café, así como a ti te gusta, y decidamos el futuro de nuestras vidas, que lo mejor sería, cada quien por su lado, por mi no te preocupes, tuve el ejemplo de mi madre, para entender que no todas las cosas en la vida son eternas, que algún día el globo se tiene que romper y el niño tiene que llorar.
Por el momento sigamos haciendo nuestra vida social, como toda la gente nos conoce, que somos felices, que nunca peleamos, que siempre nos encuentran platicando, en fin, llevemos una mascara con la sociedad y en lo que queda de nuestro hogar, ahí en ese lugar nos las quitamos y cada quien a luchar por sus intereses, los problemas íntimos solo los resolveremos en nuestro hogar, fuera de el tendremos prohibido externar lo que nos aqueja, o lo que es lo mismo llevemos la vida en paz, seamos sensatos por el bien de un hijo que nunca nos pidió venir, pero que cuando se formó lucho por salir a la vida, porque sintió que afuera tendría más amor que allá dentro.
Ah, no te preocupes por la relación sexual, te diré con franqueza que desde niño aprendí a que lo sexual, no es algo importante en una relación, podemos seguir como hasta el momento, cada quien en su esquina.
lunes, 12 de agosto de 2013
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