Pasada la impresión, los tíos suegros se atrevieron a preguntarle al muchacho, ¿que había dicho?, porque no lo entendían, ¿por que ese apresuramiento en sus relaciones?, ¿acaso ya se comieron la torta antes del recreo?, ¿Dulce, cuantos meses tienes?, ¿acaso aprovecharon nuestras ausencias para dar rienda suelta sus instintos sexuales?
Los muchachos todos asombrados por estas palabras inquisidoras, al principio se molestaron, fruncieron el ceño, pero ya más calmados y mirándose el uno al otro, se aprestaron a sacar de sus dudas al matrimonio, fue Dulce Purificación quien adelantándose a Freddy, le expuso a sus tíos.
Veo con gran tristeza, que todavía no nos conocen, nosotros nos brindamos un amor puro, casto, sin perversiones ni malicia, jamás haremos algo que vaya en contra de la buena educación y valores que tenemos inculcados, Freddy me ha respetado, jamás han salido de sus labios palabras que insinúen que tengamos sexo; ni tampoco en el cine, teatro o juegos se ha propasado en sus caricias, el hecho de estar muy enamorados, nos hace ser responsables de nuestros actos, créanmelo, yo ignoraba que el flaco fuera a pedirme en matrimonio, pero me da gusto que se haya decidido, porque si él no se animaba, lo iba tener que realizar yo, y lo digo por la gran confianza que nos tenemos. Queremos que nos entiendan, nos tenemos un cariño enorme, que no nos alcanza el tiempo para estar juntos, que deseamos amarnos sin que la gente nos este prejuzgando ni pensando mal de nosotros, es esa nuestra decisión, deseamos casarnos porque nos queremos, no por compromiso o porque a fuerza nos tengamos que casar.
De verdad en ocasiones no se alcanza a comprender el gran amor que dos personas se puedan tener, siempre los prejuicios, los malos entendidos o quizás las malas experiencias, lo hacen a uno hacer conjeturas que a veces lastiman a personas inocentes o sencillas, que su único defecto es ese afán de otorgarse un amor limpio, de que sienten pena cuando se les mira besándose, o que abrazados ni se percatan quien pasa a su lado, porque su mundo es el que viven dentro de su trato diario, amor que muchas veces no es tan comprendido, que sufre el egoísmo o la envidia, en virtud de que son muchos los que no aceptan que otros sean felices y por eso son causa del vilipendio popular, pero que son amores que triunfan, porque tienen el valor y la entereza para afrontar este tipo de situaciones.
Así de firme era el amor de Dulce y Freddy, un amor en el que sus tíos de la muchacha, admiraban su entereza y aplomo para enfrentar las circunstancias por muy difíciles que fueran, pero que en este momento, como que no concebían el hecho de que su niña pensara en casarse, todavía era una chiquilla para tener las responsabilidades que implica un hogar, eso era el motivo por el cual no razonaban para permitir esta unión, por lo cual se apresuraron a decirles:
Está bien hija, no quisimos ofenderlos -expresó Eleuterio-, pero es que tanta prisa como que a cualquier lo haría tener malos pensamientos al respecto, ustedes saben que lo único que deseamos para ustedes, es la felicidad y el total entendimiento para que no vayan a sufrir un tropiezo, están muy jóvenes, pensamos que lo mejor sería que esperaran un tiempo razonable, no sé unos dos años o un año por lo menos, para que se conozcan más, se tengan total confianza y porque no decirlo se estabilicen económicamente, para que en el futuro no tengan problemas monetarios.
Por ese lado –opinó Freddy- no existe ningún inconveniente, tanto Dulce como yo hemos sabido aprovechar las oportunidades que nos ha dado la vida, y llevamos una economía fuerte y desahogada, con respecto a esperarnos, les manifestamos que es nuestro deseo aprovechar el momento, como esposos seguirnos amando, al estar viviendo juntos, nos iremos conociendo más profundamente.
Asimismo queridos tíos –intervino Dulce- ustedes nos conocen, saben bien que entre Freddy y yo hemos hecho tandas y el producto de ellas las hemos depositado en el banco, ya que tenemos pensado comprar un departamento o una casita de esas que nos ofrecen en el trabajo y que están financiadas por el INFIVIT (Instituto de financiamiento para vivienda de trabajadores), por lo tanto no deben de pensar que quizás si nos casamos nos vamos a atrasar en nuestra economía, al mismo tiempo quiero comunicarles que no porque me case me voy a olvidar de ustedes, al contrario voy a estar al pendiente de que nada les falte.
Totalmente desarmados, el matrimonio dirigiéndose al par de tortolos les formuló la siguiente pregunta:
Bueno y ¿para cuándo tienen pensado casarse?
Pero tiene que ser por todas las leyes o no se casan, ¿me entienden? –Intervino Evodia-
Claro que si –replicó Freddy- nuestra unión deberá ser bendecida por nuestro Padre Eterno y por el juez Civil. Respecto a la fecha a mi me gustaría que fuera el 24 de Junio, si ustedes me lo permiten y Dulcita está de acuerdo, quiero rendirle un reconocimiento a mi Señora Madre, ya que en esa fecha ella nació, además de que si ella viviera, le daría mucho gusto que por fin voy a poner orden en mi vida, que donde esté ella se alegrara de ver que escogí a la persona ideal para que me acompañe a transitar el resto de vida que me falta.
Después de esta conversación, con los argumentos expuestos y aceptados, la familia decide que por el momento habrá que dedicarse a planear los festejos de la navidad y fin de año, Freddy se ofrece a comprar todo lo relativo al nacimiento (las figuras, heno, decoración, etc.,) Dulce por su parte el pino y sus respectivos adornos, quedándole a los tíos-suegros, la cena y demás cosas que hagan falta. Ante esta estampa familiar, ante la cordura y buenos sentimientos que se anidan en los hogares de gente humildes, se hace necesario reconocer, que la felicidad, el amor y la compresión, no reside en los hogares con opulencia económica, pues como dice la canción: También en la pobreza se sabe querer. (CONTINUARA.............)