Siendo la hora de salida de su trabajo de Chivis, Carmelo va por ella y con la difícil tarea de notificarle que Vicky había fallecido, en el trayecto se iba preguntando cómo darle esta noticia, ¿cómo iba a reaccionar? Le daba miedo, porque la flaquita siempre había sido nerviosa, luego se ponía mal, no sabía cómo decírselo, se sentía un inútil, porque no encontraba las palabras para no hacerla sufrir; la esperó, ella salió con sus amigas, cuando venían, ella lo notó muy serio, le preguntó que lee pasaba, é serio sólo le dijo que se sentía cansado, con sueño, ella volvió a la carga, le volvió a preguntar que le pasaba, que él no era así por muy cansado que estuviera, fue cuando a Melo le ganó el sentimiento, empezó a llorar, diciéndole que iban a la casa de Vicky, que se calmara que tomara las cosas con serenidad, ella desesperada preguntaba ¿qué pasa? Dime ¿qué pasa?, Fue cuando ya no pudo más, diciéndole: Vicky está muerta, ya está su cuerpo en su casa; Le sobrevino una crisis nerviosa, le empezó a golpear en el cuerpo, expresándole que eso no era cierto, que era mentira, diciéndole: amor dime que eso no es cierto, dime que me estas mintiendo, dímelo, dímelo por favor, ¿por qué, porque Dios Mío?, Seguía golpeándolo, é a tratar de controlarla, de que se calmara, pero ella era un mar de llanto, se detuvo y fue brusco con ella diciéndole: Si sigues así y no te calmas, no vamos a verla. Se calmó, le dijo que ya estaba calmada, que se fueran que quería ver a Vicky.
Al llegar a la casa de la hermana, sin esperar a que la ayudaran a bajar, Silvia se salió rápido y se abalanzó a la caja, ahí parada, sostenida en la caja, viendo a la cara a su cuñada permaneció llorando por un largo tiempo, Melo se sentía totalmente acabado, la muerte de su hermana, el dolor de su familia, pero también el pesar de su flaquita, lo tenía totalmente desconcertado y derrumbado; Les costó mucho esfuerzo para separar a la flaquita del féretro, sufrió una grave crisis nerviosa que perdió el conocimiento, de verdad, entre lo funesto, fue lo más hermoso que se vio, mirar ese sentimiento tan afín que la flaquita sentía por su hermana, fue mucho el dolor de su varita de nardo.
Silvia y Carmelo empezaron a realizar su labor social en la sociedad, es así como antes de que Lety (hija de crianza de Carmelo) se fuera a vivir a los Estados Unidos, el día 17 de febrero bautizaron a su hijo Jesús –la flaquita y Melo-, se hizo una comida sencilla para celebrar tal evento, para que no pasara desapercibida la quitada o mejor bien dicho la rasurada de los cuernos de Chuchin.
Corre el año de 199, Silvia recibe a Carmelo después de una jornada de trabajo, con la buena noticia de que se encuentra embarazada dentro de poco lo hará Papá, la mayor felicidad entra de lleno a todo su ser, su corazón vuelve a sentir la buena vibra, Dios le ha concedido la nueva dicha de volver a ser Padre, se siento como gallina a punto de poner un huevo, es tanta la alegría, que la hace partícipe a los miembros de la familia, a sus amigos del taxi, en fin a medio mundo, estaba loco, loco de felicidad, iba a ser Padre, que bonito se siente cuando un nuevo personaje viene a redondear la felicidad familiar, felicitó a su mujer, pero esa felicidad se ve un poco empañada por el grave riesgo de embarazo de la flaquita, aún así, son muy felices, cuando ya se le nota la pancita, se ve como una muñequita con un balotón de ropa por delante, su varita de nardo no cambió en su fisonomía, ni le afectó tanto el embarazo, fue a él a quien si le hizo efecto, andaba con mucho sueño, nauseas, vómitos, la cara afilada, en fin todos los efectos los pasé Melo, aún recuerda su pancita cuando fueron a una exhibición aérea, estuvieron en el centro Acapulco, de ahí se trasladaron hasta la playa Bonfil para ver las acrobacias de los pilotos y paracaidistas, junto con Nico, su esposa e hijos, de ahí se fueron caminando por la playa hasta llegar a la casa de Luis Miguel, la flaquita se veía bien bonita con su bata azul marino, esa barriguita la hacía verse encantadora, de verdad que bonito luce la mujer embarazada.
Es el milagro del amor que voy a ser madre
carne de mi carne que empieza a formarse
el cielo me entrego la bendición de ser madre.
El embarazo de la flaquita fue algo muy delicado, ella era muy nerviosa, por lo cual tuvo muchos síntomas de un aborto, pero se veía con muchas ganas de darle un hijo a Melo, porque siempre se cuidó, fue muy valiente al resistir todos esos embates, pero nunca bajó los brazos, fue en el mes de abril del ’97 a casi dos meses de que el bebe naciera, la flaquita sufre de un dolor al ir bajando por la calle del morro, cuando se dirigía a su centro de trabajo (en ese entonces estaba la construcción del maxi túnel, por lo cual Melo no iba por ella, por encontrarse en mal estado la entrada al Infonavit) con esfuerzo llegó, pero una chica de mostrador vio lo mal que iba, sugiriéndole que subiera a personal para que se restableciera, pero de ahí la envían de inmediato al Seguro Social para su atención medica; Carmelo sin saber nada, se encontraba trabajando en el taxi, fue hasta la hora de salida que pasó a recogerla, es donde le dicen que se encontraba en el hospital, llegó al nosocomio de referencia, en recepción preguntó si se encontraba hospitalizada la Señora Silvia Patiño Radilla, le confirman que en efecto ahí se encontraba, se l e extiende un pase de visita, sube a verla, encuentra a la flaquita, la abraza, habla con ella, preguntándole que pasó, le cuenta todo, que ya no existía peligro, ya la habían atendido, tal parece que tuvo una amenaza de aborto, por lo cual se quedo con ella un rato, llegándose la hora de salir se despido de ella, prometiéndole volver al otro día, dirigiéndose a su tan amado Hogar.
Al otro día Carmelo trabajó un rato para enseguida ir a visitar a su esposa Silvia, pero la encontró con el rostro desencajado, toda llorosa, le preguntó que le pasaba, junto a ella se encontraba una buena amiga de ella de nombre Marlene, quién le comunica a Melo el motivo por el cual la flaquita se encontraba así, resulta que un “doctorcillo” se atrevió a decirle que ella se encontraba muy enferma, que estaba muy grave con la subida de la presión, que el producto podía salírsele o morírsele dentro de su vientre, por lo cual él había sugerido que la llevaran a toco cirugía para mantenerla en observación, siendo que cuando ella llegó, era cierto, el niño se había bajado, ella sintió su cabecita cuando se tocó su parte intima, pero el doctor que la atendió le puso una inyección para que el niño se mantuviera en el seno o sea le cerraron el útero, por lo cual no había tanto peligro; Por ese motivo la flaquita se encontraba al borde de una crisis nerviosa; entonces Melo le pide el nombre del doctor que le dijo esa barbaridad para reportarlo, pensando que, si la flaquita se encontraba delicada a ella no tenían porque decírselo, se lo tenían que comunicar a su familiar que en este caso era su marido, le dijeron que no sabían su nombre, pero más bien se lo quisieron decir. El doctor de referencia era Martínez de Pinillos, sabiendo cómo era el carácter de Melo, seguro que se armaría el escándalo en el nosocomio.
Antes de todo esto Carmelo le comunicó a su varita de nardo que iba a avisarle a su familia, ella no quiso, no quería preocuparlos por algo que ella no sentía como un grave peligro, que después se convirtió en una gran incertidumbre por el destino de ella y del hijo que estaba esperando. Por la forma de ser de Carmelo ha sido que ha hecho amistades en todas partes y pues el seguro social no es la excepción, por lo cual encuentra a un empleado de Intendencia en toco cirugía, pidiéndole que se informe como se encuentra su mujer, él le comunica que no se preocupe que luego sale a avisarle, también se encuentra a una amiga de hace varios años y que es enfermera a la cual le hace el mismo encargo, ella por igual le dice que no se preocupe; hasta que siendo las 6 o 7 de la noche, sale un doctor, le hace del conocimiento que su señora se encuentra muy grave, está con la presión muy alta, se la están controlando, en el momento que le baje la operan, pero tengo que decidir por cuál de los dos: su esposa o su hijo, ya que sólo uno tiene la esperanza de vivir, le pido que por favor salven a los dos, pero si eso no era posible que salvara a su mujer, al niño lo podrían buscar después, pero que ella era su prioridad, lo dejó el doctor para seguir atendiendo a la flaquita, mientras Melo, sigue esperando, viendo como las manecillas del reloj muy lentamente daban vuelta, el pasillo se le hacía corto para dar vueltas y vueltas, de un lado a otro, como un león enjaulado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario