Llegando a su lugar de origen, siguen su vida normal, Juanito a sus estudios y los esposos a seguir en la brega del trabajo, Silvia insiste en trabajar ayudándole a un taquero, Carmelo se opone por el miedo que le da, de que en esos días se volvió a incrementar la violencia, así que él le pedía que mejor se quedara ella atendiendo el negocio mientras él buscaba trabajo, ella se opuso, en ese tiempo a Carmelo le ofrecieron un taxi para trabajar de la zona conurbada, su esposa se negó rotundamente con el argumento de que los estaban matando, fueron a ofrecerle las posturas de un taxi colectivo de los amarillos, la misma situación su mujer se negó con el pretexto de que apenas en la cima habían ejecutado a un taxista de esa ruta, por ultimo un buen amigo de Carmelo le propuso dejarle un taxi colectivo de los Rojos y sucedió lo mismo Silvia no quiso que se subiera a conducir porque según estas personas eran personas infiltradas en la delincuencia, ya por ultimo entonces le pidió Carmelo a Silvia, que se quedara por una semana atendiendo el puesto que él iba a tratar de buscar a sus amigos en el gobierno a que le ofrecieran trabajo aunque fuera de barrendero, pero que urgía encontrar otro trabajo para que ella no estuviera laborando en la noche, se opuso. Carmelo vencido ante tantas negativas opto por acatar lo que Silvia ya había decidido, la primera noche fue en compañía de su hijo a traer a Silvia, se quedaron esperando hasta casi las 2 de la madrugada, en que el dueño de la taquería observo la molesta actitud de Carmelo y le prometió que todas las noches irían a dejar a Silvia a su casa en el taxi.
A partir de ese momento, empezaron a cambiar las relaciones entre la pareja, toda la armonía que existía en su familia se empezó a evaporar, Carmelo con el fin de que Silvia descansara se iba a abrir el solo el negocio, diciéndole a su esposa que se quedara en la casa a descansar y que mandaría a que le trajeran el periódico, pero ella se opuso y siguió a pesar de lo desvelada que andaba a ir por el periódico de México al centro, se comentaba que mientras llegaba la camioneta del periódico, Silvia se sentaba en unas tablas y ahí se quedaba bien dormida, hasta que llegaba el producto la despertaban para que recibiera su pedido, así se fueron los meses, se le hizo su fiesta a Juanito de 16 años en total armonía, se llegó el cumpleaños de Carmelo, se le regaló un pastel y por igual compartieron con tanta felicidad que parecía que las cosas habían cambiado, pero quizás al llegar el cumpleaños de Silvia, en el mes de septiembre, las cosas empezaron a cambiar, quizás para limar estas pequeñas desavenencias, decidieron dar un paseo por toda la costera y terminar en la quebrada, pero tal parecía que ya las cosas no serían igual, Silvia daba a entender que ya andaba con Carmelo a las fuerzas, todo le molestaba e irritaba, no se entendía el motivo, pero sin embargo la pareja hacía sus labores cotidianas.
Por platicas recientes, se supo que Silvia incluso en el trabajo se irritaba demasiado, les gritaba a los clientes o salía mal con ellos, el dueño le decía que moderara su carácter, que se podría poner enferma, pero ella le decía que se encontraba bien que todo era debido a las molestias del desvelo, pero que pronto pasaría, para mala suerte es en esos meses de septiembre a octubre que a Carmelo le diagnostican principios de Diabetes, todo por culpa de haberse engullido casi 8 rebanadas de piña, 6 rebanadas de Sandía y para rematar ya casi en la noche un suculento Vuelve a la vida, pero él siente que anda bien, sus amigos los taqueros lo notan y le dicen a Silvia, pero ella ya en esos momentos desinteresada de lo que le sucediera a Carmelo dice que anda enfermo de calentura que con paracetamol se le quitará, pero sucede que Carmelo al estarse peinando se da cuenta de lo cadavérico que refleja su rostro, por lo tanto le dice a Silvia que va a consultar con el médico, porque no le gusta nada su aspecto y es cuando le diagnostican dicha enfermedad, al hacerle el análisis sacándole un poco de sangre de su dedo el nivel de glucosa marca 109.00 mg/dl, eso fue el día 9 de septiembre del 2013.
Para estar completamente seguros, le mandan a hacer unos análisis y le recetan una medicina para bajar los niveles de glucosa. El resultado del examen arrojó la siguiente información:
Glucosa Sérica 315.15 mg/dl cuando deberían ser de 80.00 a 115.00.
Nitrógeno Ureico Sérico (BUN) 10.74 mg/dl cuando deberían ser de 18.00 a 55.00.
Creatinina Sérica 0.92 mg/dl cuando deberían ser de 0.72 a 1.25.
Acido Úrico Sérico 3.71 mg/dl cuando deberían ser de 3.50 a 7.20
Colesterol Total 173.67 mg/dl cuando el riesgo alto es mayor a 240.01
Triglicéridos 227.69 mg/dl cuando el riesgo alto es mayor a 500.0
En el informe de Electrocardiograma fue el siguiente: Hallazgos 1.- ritmo sinusal, 2.- frecuencia cardiaca en parámetros de la normalidad (00 a 100 Lt/min) 3.-Resto de estudio dentro de límites de la normalidad, se recomienda correlación clínica y/o para clínicos.
Eso fue lo que le encontraron a Carmelo según los análisis, pero como decía Silvia: nada de qué preocuparse, todo estaba normal, solo se tenía que llevar una dieta acorde a la enfermedad y de ahí a recuperar la salud. La vida siguió su curso, Carmelo siguió al pie de la letra el tratamiento sugerido, a los pocos días ya estaba como nuevo, cabe hacer mención que antes de que el Sr Rio se diera cuenta de su enfermedad, estuvo alrededor de dos semanas con fiebre todos los días, los cuales Silvia con termómetro en la mano le aseguraba que solo era una simple elevación de temperatura que con un baño de agua fría se le quitaba, a lo cual Carmelo accedía y ahí lo tenían a cada rato mojándose todo el cuerpo para que la temperatura le bajara, pero como el mismo le decía a Silvia, por el momento no me puedo enfermar, porque no hay para doctor mucho menos para pagar las medicinas. Pero después de diagnosticarle la enfermedad el 11 de septiembre del 2013, los niveles de glucosa se redujeron a 78.00 mg/dl.
Los problemas de la pareja se acrecentaron, Carmelo en un esfuerzo por salvar la felicidad de su matrimonio, le pide a Silvia que ya no vaya al periódico que va a pedir que se lo envíen, ella no está de acuerdo, es el momento en que él se da cuenta que empieza ella a rebelarse en sus peticiones, los rumores le llegan a Carmelo desde las agencias donde dan la revista y el periódico, él no da crédito a lo que le dicen, incluso se le anticipa que debe de prohibirle a su mujer que tenga mucha amistad con una persona que en su pasado tuvo un paso por las cantinas , o séase, fue cantinera, una mujer prostituta que ahora había decidido dedicarse a andar repartiendo el periódico y las revistas a personas dueñas de los locales, pero Carmelo fracasó en su intento de alejar a su mujer de esta amistad, a pesar de que ella misma le comentaba que esta persona mucho le aconsejaba que lo dejara, que Carmelo era muy cabrón con ella, que no le tenía consideración que a pesar de acudir toda desvelada a traer el producto, Carmelo se quedaba de “Guevon” en el negocio, incluso le decían que su esposa, llegaba y besaba a medio mundo en el cachete con el pretexto de dar los buenos días, hubo otra persona más atrevida que le dijo que su esposa se encerraba con un distribuidor de revistas en su privado, pero ya Carmelo se encontraba en un status de no querer tener ya problemas con su esposa, tenía demasiadas fricciones con ellas, ya que cuando hacía cuentas siempre le faltaba dinero, ya se enojaba con demasiada frecuencia, poco le importaba si su esposo comía o no comía, ya su comida las hacía de mala gana, sin sabor, sin ningún interés de quedar bien con su familia, resumiendo Silvia ya estaba viviendo como una autómata y con demasiado coraje, odio y rencor hacia su pareja.
Sin comprender que de mi te alejarías que tu pueblo dejarías para nunca más volver
Pero quizá por la dicha que nos dimos por lo mucho que vivimos algún día volverás.
Se llegó el mes tan fatídico y desdichado para Carmelo, en ese mes murió su madre, ese mes le llenaba de recuerdos amargos de su infancia, cuando en su hogar no tenían navidad, regalos de santa Claus, ni año nuevo, ni posadas, ni nada, solo demasiada tristeza y mucha amargura, era cuando se iba a las casas ajenas en donde era invitado para distraerse un poco rompiendo piñatas, comiendo pozole, tomando el mezcal y en ocasiones cerveza para embotar sus sentidos, pero nunca al grado de emborracharse, lo cual le originaba fuertes disgustos con su madre, incluso azotes con cinturón o un cable de luz pelado, pero jamás los golpes le quitaron esos recuerdos, porque mucho maldecía la situación que diariamente vivía, el entorno de su vida lo llenaba de vergüenza, por eso le satisfacía cuando se iba con sus amigos a las posadas, a festejar la navidad y el año nuevo donde los vecinos, porque procuraba tomar para olvidar, total era solo un mes que deseaba fastidiar y fastidiarse por ser el mes más odiado de todo el calendario.
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